Narcopoder
- Aurora Villeda
- 19 jul 2015
- 3 Min. de lectura
Tiene una semana la fuga de Joaquín Guzmán Loera mejor conocido como El Chapo Guzmán, justo la madrugada del domingo cuando el Presidente de México se encontraba viajando hacia Francia.
Definitivamente este es un gran golpe al sistema de inteligencia de seguridad nacional en nuestro país, no extraditar a este delincuente a Estados Unidos fue una apuesta que hizo el gobierno federal para mostrar un sistema fuerte, un gobierno que está transformando y cumpliendo; fue una moneda al aire que resultó en un fracaso de la estrategia de seguridad nacional, no solo a los ojos de los mexicanos, sino del resto del mundo.
Este señor no merece la atención que se le está dando, lo que merece verdadera atención son las leyes, el trabajo en conjunto con organismos internacionales contra el crimen organizado, las reformas y sobre todo es urgente que exijamos la propuesta de códigos de ética que garanticen la capacitación y aplicación de exámenes y pruebas periódicas a todos los servidores públicos y custodios que tengan contacto directo con los presos, que trabajen en penales de máxima seguridad, CERESOS, reclusorios, etcétera.
Hay personas que todavía creen que el jefe del Estado tuvo que ver con la fuga de este capo, yo no lo creo. ¿Con qué fin se coló la noticia a los medios de comunicación? Bien pudieron esconderlo, es más, ¿Quién nos asegura que la maestra Elba Esther Gordillo o Edgar Valdez Villarreal, alias La Barbie estén en estos momentos en prisión? ¿No dicen que Raúl Salinas de Gortari salía y entraba del penal cuando quería?
Es una situación vergonzosa que pone a tambalear al Estado y a la figura presidencial, El Chapo quiso demostrar que el narcotráfico tiene poder por encima de cualquier gobierno, quiso demostrar que ningún sistema es impenetrable y que México aún es sumamente vulnerable e incompetente en materia de seguridad. Joaquín Guzmán no solo se burló de la seguridad del penal, también se burló del sistema, del gobierno, del Estado, de las instituciones y de los mexicanos.
La pregunta es ¿cómo este señor adquirió tanto poder? El es solo una pieza de la maquinaría, de los intereses de muchos, el narcopoder; como menciona Carlos Loret "El Chapo no se fugó por un túnel, se fugó por corrupción".
En México hay una red de complicidad que permitió la fuga de este criminal (si es que se fugó), aún después de su detención seguramente siguió teniendo control y actividades de mando en su organización. Este hombre nunca perdió poder y ese poder se lo sigue dando el dinero que gana a través de asesinatos, guerrillas, violencia y daño a la sociedad. ¡No es un héroe! Es un delincuente que no se pensaría dos veces en matar a una familia inocente con tal de conseguir lo que quiere.
Para finalizar, El Chapo es una amenaza, es un sujeto de alta peligrosidad, con una mente brillante, pero criminal, (y eso que solo estudió hasta tercero de primaria) un líder de la delincuencia organizada de la talla de uno de los hombres más poderosos de la mafia colombiana, Pablo Escobar; es la segunda vez que corrompe el sistema de seguridad mexicano, tardaron 13 años en volver a detenerlo y enviarlo a prisión, no puede existir una tercera fuga y tal vez la única solución para terminar con su red y poder, será dar un golpe contundente, que su historia finalice de la misma manera que finalizó la historia del líder del cartel de Medellín.

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