Y un hombre a ¿quién debería amar?
Hace varias décadas, que el 8 de Marzo se conmemora el día Internacional de la Mujer, largas discusiones y acciones se han llevado a cabo para disminuir la opresión femenina y lograr un avance hacia ese equilibrio demandado. Debido a esta fecha tan importante, este mes escucharán por todos lados sobre los derechos de la mujer, el empoderamiento, la equidad de género y el respeto hacia ella.
Existe una enorme cantidad de documentos, folletos y teorías que confirman que las diferencias biológicas no son la causa de tanta desigualdad social, más bien fue generada históricamente por ideologías, incluso religiosas, de dominación y discriminación hacia la mujer.
Creo que la famosa “liberación femenina”, debería enfocarse primeramente en que la mujer se libere de sí misma, se libere de recriminarse, en que deje el sentimiento de culpabilidad al pensar que por ser diferente al tradicional papel que se le había asignado histórica y socialmente, tiene que ser sumisa, obediente y atenta únicamente a las necesidades y decisiones un hombre.
Una mujer libre, se ama, no se conforma con cualquier trabajo, situación o pareja, porque tiene su centro bien definido, utiliza toda su energía para elevar su potencial emocional e intelectual (acuérdense lo que creemos, creamos y la mente es muy poderosa), se acepta, auto valora y tienen un alto valor de independencia.
Por eso los hombres deberían amar a las mujeres que se aman a sí mismas (no a la cabronas), a la que no depende de él emocionalmente, a la que no camina atrás ni delante de él, camina con él, un hombre exitoso debiera querer a su lado a una mujer exitosa, que no se auto limita, se esfuerza por cumplir sus sueños y que sabe destacar y explotar sus virtudes. Los hombres no son los enemigos, deben ser socios y fomentar la colaboración porque la equidad de género libera no solo a las mujeres de los estereotipos y papeles preestablecidos, sino también a ellos mismos.
Lo importante ahora es prevenir, promoviendo la sensibilización y la cultura del respeto e igualdad desde los más pequeños, pienso que no hay que seguir luchando por querer ser tratada como hombre, ni contra los hombres y menos querer dejarles fuera de la vida política o laboral, al contrario, hay que promover una cultura más incluyente, equitativa en trato, oportunidades e ir erradicando la violencia en sus distintos tipos, porque todos los seres humanos son sujetos de derecho y deben ser tratados con igual consideración y respeto.
Por último, si quieren diferentes resultados, deben tomar diferentes decisiones y si quieren diferentes decisiones deben ser conscientes de lo que están haciendo bien o mal. Las exhorto a que sean un poquito egoístas, deben ponerse de primeras en la fila, no sirve de nada que se conmemore en marzo a la mujer, si no anteponen la satisfacción de sus necesidades a las del resto de la familia, trabajo y sociedad.
¡No al amor propio bajo! Hay que ser primero mujer, luego mamá, primero mujer, luego hija, primero mujer, luego esposa o novia…
formadas, preparadas y decididas.
